Cementerio de intelectuales
Una mirada a los intelectuales que descansan en el viejo Panteón de La Paz
" Vosotros que posáis la planta altivos,
entrad aquí por el dolor cubiertos,
que nunca la algazara de los vivos
habrá de turbar la calma de los muertos".
Así se leía la bella cuarteta escrita por Felix Reyes Ortíz y utilizada como reflexión, en el Cementerio General de Villa Victoria.
VERDADERO DESENGAÑO DE LOS MORTALES A LA POSTERIDAD - EL GRAN MARISCAL ANDRÉS DE SANTA CRUZ- PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA-1831".
Aquí están enterrados los más insignes patriotas, escritores, políticos, militares, sacerdotes y demás almas que el tiempo no borró su aporte.
El trinar de los pájaros y la vista de la Cordillera Real es el sitio ideal para el descanso eterno en el mausoleo de los beneméritos del Acre.
Destaca Arthur Ponsnansky, aquel sabio que escribió " La Cuna del Hombre Amerícano", dando a conocer al mundo entero el estudio, que por más de cuarenta años había dedicado a la cultura más importante de nuestra patria, Tiwanaku.
También el mausoleo de los Héroes de la guerra del Pacífico, Ladislao cabrera, y muchos soldados que descansan, pero su ejemplo sigue latente en la memoria de los bolivianos.
Destacan también las tumbas de Germán Busch; más allá Gualberto Villarroel, también descansan escritores de la talla de Nazario
Pardo Valle, con su Trópico del Norte, obra maestra en la descripción del Alto
Madidi y la extracción del caucho, muy emparentada con La Voragine, del
colombiano José Eustasio Rivera.
Allá yace los restos de José Quintín Mendoza, Cochabambino liberal, autor de los Gansos del Capitolio y la semblanza más completa y bella compuesta para Nataniel Aguirre.
Está también José Aguirre Achá, otro combatiente del
Acre y además escritor, que nos legó la travesía dificultosa hacia la zona del
Acre por los soldados bolivianos, con descripciones de los pueblos y los
difíciles momentos pasados. en su marcha de los Andes al Amazonas.
Porfirio Diaz Machicao, y su aporte fabuloso en la historia para describir los gobiernos después de la Guerra del Chaco.
Bautista Saavedra, el Presidente Republicano, sociólogo, abogado con su obra el Ayllu, que permanece como texto importante, para el conocimiento de las viejas organizaciones Aymaras y Quechuas.
Jaime Saenz, no duerme, despierta con sus poemas, recorriendo los barrios paceños y los rincones más estrechos de la ciudad.
En fin, nuestro cementerio, cobra vida, los hombres que descansan allá, nos dejan un gran mensaje a los vivos que quedamos, para honrarlos, respetarlos y guardarles gratitud.
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