La Casa de la Moneda y las Tres caras del Mascarón

Las tres caras del Mascarón. 

Las ideas filosóficas de Europa, el arte en Potosì y cómo transformaron el ícono de la casa de la moneda 

Freddy Céspedes Espinoza

 
 
                                                               

  El Mascarón original , tenìa esta caracterìstica hasta 1915. No tiene dientes inferiores y las pupilas mirando hacia arriba.

Nuevas corrientes del pensamiento económico y político traspasaron los continentes y llegaron a Chuquisaca y Potosí. El eco de la Revolución Francesa,  estaba en el ambiente con su grito libertario; las corrientes del liberalismo y la Revolución Industrial, chocaron con el estancamiento de la escolástica y filosofía de Santo Tomás de Aquino.

Para 1773 año en que se terminó de construir la actual casa de la Moneda, ya  la concepción del mercantilismo, como sistema económico,  estaba en franca decadencia.

Una nueva visión de la economía a través de la creación y acumulación de la riqueza,  había nacido; era el estudio sobre el carácter científico de la economía política, y el cambio del engranaje económico.  Particularmente famosa,  la obra escrita por el  economista y filósofo escocés Adam Smith; La Riqueza de las Naciones que cambió totalmente la manera de ver la realidad  de un nuevo mundo, no como la que descubrió Colón, sino un mundo basado en la acumulación de capital.

La Riqueza de las Naciones, era la nueva biblia del Liberalismo económico,  que estaba cimentando las estructuras del capitalismo y su mano invisible de la competencia que reduce los precios a su nivel natural, a la división del trabajo, a la no intervención del Estado en la Política económica y dejar todo a la oferta y demanda.

Esta nueva concepción de ver  el desarrollo económico, vino también a fortalecer  las ideas filosóficas  de los Enciclopedistas, un grupo de escritores como Rousseau con su Contrato Social, de dÁlembert y Diderot que  compusieron la Enciclopedia  de las ciencias, artes y oficios, que se publicó en Paris entre 1751 y 1780.

“Esos antecedentes filosóficos y económicos, conducían  naturalmente a la crítica apasionada de todo lo que representara autoridad o tradición.

Frente a la Iglesia y al Estado, su actitud era francamente subversiva. Tenían el convencimiento  de que los hombres  podían destruir  todas las formas tradicionales de la vida y crear sobre sus ruinas, nuevas y más perfectas realidades sociales y humanas”.

Un Potosí de la gloria a la ruina

Para 1807 la población de la ciudad de Potosí entre hombres y mujeres  era sólo de  13.700, según el padrón del vecindario de “Potosí, con exclusión de Indios, pertenecientes a otras parroquias”.

El total era de 4703 españoles, 7002 mestizos, 459 negros, 502 pardos que es la mezcla de blancos y negros. Indios 1034, haciendo un total de 13.700 habitantes.

Para ese año, llegó a las faldas  del cerro Rico solamente la Mita de Puno con 2500 hombres; es decir,  una cuarta parte de lo que llegaban a los pies del cerro en el pasado; también,  el rescate de minerales estaba en completa decadencia, porque había 33 cabezas de ingenio paradas.

Debió ser muy duro para los habitantes potosinos de esos años, comprender la realidad que les tocó vivir; algunos, disfrutaron todavía, la riqueza heredada,  luego vieron perderse   lentamente esta fortuna a través de los años.

La crisis también tocó la puerta las diferentes órdenes religiosas,  que estaban en franca caída de sus arcas, reduciéndose al mínimo en número sacerdotes y en servicios religiosos.

Ya no habían mecenas que puedan financiar sus altares y pinturas, se habían marchado los tiempos de esplendor y engorde.

“ Conventos , capellanías

Con sus mantos de amargura

Irán tras los ingenios

Mostrando sus escrituras

Los monasterios irán

Con sus velos de anacoste

Cobrando de mi cadáver

Los réditos de su dote.

Ya cayendo y levantando

Echándose bendiciones

Buscando irán los curatos

Sus sínodos y obenciones.

Aquí yace un Potosí

Tan otro de lo que fue

Que hasta los ciegos le dicen

Quien te vido y quien te ve.

Testamento de la Villa Imperial de Potosí Romance anónimo del año 1800

 Para 1825 ya declarada la independencia, Potosí  vivía en un estado latente, las largas luchas por la emancipación dejaron en completo abandono la minería y despoblada la ciudad,  frío retrato de la opulencia entre los siglos XVI-XVII- y parte del XVIII.

 “Tanto los presidentes Sucre, Santa Cruz y Ballivian hicieron esfuerzos  para modernizar el país con la creación de un Estado Moderno,  que rompiera con la estructura colonial de  la organización corporativa y estamental y  reemplazarla por un Estado Nación, compuesto por individuos libres e iguales” .

Después de la independencia, las fronteras se abrieron para ingleses y franceses, ya se paseaban en Potosí, los encantos del liberalismo económico, habían abierto sus puertas al arte, a las  inversiones mineras en minas de plata abandonadas por los españoles. El cerro rico ya era otro con el comercio de ultramar, principalmente Europa.

El siglo XIX es la época cuando artistas, científicos y viajeros con fines de investigación o saqueo cultural,  ingresan a las tierras de la actual Bolivia, que por más de trescientos años, había guardado para sí España.

 Alcide d’ Dorgbini, Francis de la Porte Conde de Castelnau y otros, se interesaron en la geología, en la historia,  la antropología y otras ciencias  en  un país,  que había nacido con más de

2. 345.000 km2 de extensión..

Por otro lado, el arte francés ejerció una fascinación sin límites en las nuevas élites aristocráticas, de esta manera, en el gobierno del general Ballivián arribaron marmolistas y decoradores franceses, como por ejemplo el hábil Lemeteyer, quien realizó las decoraciones y pinturas de los palcos y plafón del actual Teatro Municipal de La Paz y para la década de 1870, Joaquín Rigalt encabezaba la lista de los principales pintores decoradores de dicha ciudad.

Asimismo, el academicismo francés también influyó en pintores bolivianos como Melchor María Mercado y Antonio Villavicencio, a quien se le atribuye la autoría de la serie de cuadros sobre la Batalla de Ingavi, ‘mandados litografiar por un boliviano’, en la imprenta Lemercier de París”.

Tal vez en una de estas expediciones llegó a Potosí el escultor Moulon, célebre  por su autoría del mascarón de la Casa de la Moneda.

No se sabe nada de su pasado como artista, aunque se lo encuentra trabajando ya por 1850 en la Casa de la Moneda gravando troqueles, punzones y matrices para sellar monedas y medallas conmemorativas.

También es escultor, sólo se lo menciona como tal, entre los escultores que trabajan en la Casa de la Moneda en Potosí, pero no se sabe exactamente, cuándo ingresó y cuál fue el fin de este misterioso escultor.

Un verdadero artista que recorrió la casa de la Moneda, tocando los troqueles, imaginando el esplendor de Potosí a costa del sudor y muerte de los mitayos y esclavos negros. Recorrió con asombro las famosas Duenderas, donde miles de esclavos  durmieron por siglos en sus entretechos oscuros, fríos  y tétricos.

Moulon debió tener unos 40 años, cuando terminó su misterioso Mascarón en 1856; tal vez llegó con el grupo de Castelnou durante la presidencia de Ballivian.

 Generalmente los viajeros del siglo XIX eran fuertes para resistir los cambios de altura y climas completamente diferentes al hemisferio norte, tener la energía necesaria para  largas caminatas y resistencia para cabalgar por cientos de kilómetros en el Altiplano.

El tiempo le dio la suficiente experiencia para mostrar su trabajo en tierras lejanas y debió ser un honor formar parte del equipo de trabajo de la Casa de la Moneda de Potosí.

Para 1850, Bolivia era turbulenta,  se habían producido una serie de cuartelazos y motines, con presidentes que gobernaban a caballo, cuidándose las espaldas del enemigo, generalmente militar, a quienes los llamaron caudillos bárbaros, que pensaban que tenían todo derecho a ser presidente de un país,  en crisis política  permanente.

Tal vez Moulon sufrió la  persecución por Manuel Isidoro Belzu, que odiaba a los extranjeros; hay testimonios de crueldad y mal trato, incluso al representante francés de asuntos exteriores  Leonce Angrand, que sufrió en carne propia,  la persecución.

El Tata Belzu,  fue el presidente que odiaba al ex presidente  Ballivian,  porque  él, Ballivian,  era de tez blanca, se le acusó de tener  simpatía con  los franceses, además que le  guardaba un rencor asesino al ex presidente, por haber seducido a su mujer.

En ese momento difícil  Moulon tal vez,  ya estuvo  en la casa de la Moneda, formaba parte de ese selecto grupo  de arquitectos, escultores, pintores, plateros  y otros que desarrollaron una fuerte actividad artística en la Villa Imperial.

Cincuenta años de deterioro

Entre 1856 a 1905, la casa de la Moneda, estaba completamente descuidada.

“ En 1905 María Robinson Wright, hizo una descripción muy esclarecedora de las condiciones en que se hallaba la Casa de la Moneda:

  La puerta hermosamente tallada, es obra de artistas del siglo XVIII; y los patios, porque hay varios, traen a la memoria incidentes  que ocurrieron  hace más de cien años.

En el patio interior, un antiguo cuadrante solar señala el sitio de la ejecución de Alonso de Ibañez, uno de los primeros patriotas que murieron por la causa de la libertad del Nuevo Mundo. De este patio salen pasadizos para otras  celdas ocultas en el antiguo edificio, algunas de ellas en un laberinto  subterráneo, de vueltas y recodos, que son un rompecabezas sin solución para los que no están iniciados”. ( Entiéndase la última palabra iniciados, como persona que participa  en el conocimiento de un secreto, especialmente si está relacionado con un estilo artístico o movimiento intelectual minoritario). Probablemente sugirió, que estaba ante  una construcción masónica.

“ No se puede imaginar  a qué usos posibles estuvieran dedicados  estos pasillos, como calabozos, en los casos apremiantes de tiempos revolucionarios; y a una cisterna construida en el espeso muro, entre dos celdas de apariencia sospechosa, sugiere toda clase de escenas fantásticas y trágicas.

 El guardián de la Casa de la Moneda dice que el antiguo edificio es conocido por muy pocos y que él mismo encuentra pasadizos  que son nuevos para él, cada vez que hace una cuidadosa exploración.

En el primer patio, un adorno moderno, la obra es de un artista de hace cincuenta años, ocupa un lugar preferente en el arco central. Es una enorme y Grotesca cabeza, pintada con colores vivos, y se dice que fue colocada allí como caricatura y en señal de desacato hacia uno de los Presidentes más radicales de Bolivia”.

Parece que de este comentario,  sale una de las  tradiciones  en la interpretación, que el Mascarón, era la reproducción del rostro de  Manuel Isidoro Belzu, enemigo de los franceses.

También el término Grotesca cabeza, nos lleva a entender que ella,  conocía mucho sobre arte, porque el término Grotesco, es una categoría  artística. Es un género mixto en el cual hay una relación entre lo trágico y risible; se define también como una contrariedad a la norma y además el arte de éste, es exagerado y se caracteriza por la unión de objetos incompatibles.

Según Victor Hugo, descubre que lo grotesco es una característica esencial en todo arte post-clásico. La brusquedad y la sorpresa que provoca en el receptor son parte esencial de lo grotesco y su resultado puede ser cómico y /o terrorífico”.

“Continúa Robinson Wright  “ Es el primer objeto que se ve al entrar  de la calle al patio principal y es un adorno admirablemente interesante. En la parte abandonada de la casa de la Moneda, en el segundo piso,  donde se conserva la antigua maquinaria  como una curiosidad y reliquia de valor, muchos de los cuartos,  permanecen  como era cuando los nobles empleados del rey de España sostenían el gobierno,  como directores de la institución. Hay algo de fascinante en la apariencia que ahora presentan del carácter de aquellos tiempos los cuartos abandonados; cuando este gran establecimiento, que fue mantenido al precio de indecibles abusos y de infinitas intrigas, sostenía en cada puerta algún ruego o elogio devoto.

¡ O dulce virgo Maria! Es el piadoso sentimiento que todavía  puede leerse sobre el antiguo cuarto de estampar; y ¡ O Clemens, o pia! Señala la puerta por donde pasaban los infortunados indios para trabajar la Mita en el molino o fundición.

No menos interesante es la biblioteca, en la que se conservan muestrarios de las monedas y medallas que han sido puestas en circulación por la Casa de la Moneda, desde que fue fundada. Alrededor de las paredes cuelgan cuadros antiguos, ofrecidos a la Casa de la Moneda, por el rey Carlos IV, de los cuales se dice que son  obras de famosos pintores de la corte española. Antiguos pergaminos  contienen crónicas históricas de valor y hay algunas reliquias de los primeros días de la primera casa de la Moneda, aunque debe sentirse que no se haya tenido el mayor cuidado de conservar estos tesoros inapreciables”. Pg 309  Bolivia, Maria Robinson Wright, 1906.

El arte Grotesco y el mascarón.

En su trabajo cotidiano de hacer matrices para las monedas y medallas conmemorativas y el conocimiento paulatino de la historia potosina, cautivó a Moulon;  le vino a la mentes hacer algo que  refleje su pensamiento respecto al sistema de la Mita y el esclavismo, lo más notorio de la Casa de la Moneda en el aspecto de la explotación de indígenas y de esclavos negros. Había que olvidarse de los santos, y mostrar que las tentaciones de la riqueza, es inherente al ser humano. 



                                               El Arte Grotesco europeo

Tal vez el Mascarón fue encargado por alguna persona influyente, para que moldeara una escultura que salga de los cánones cristianos, que muestre las diferentes expresiones del ser humano y convertirlo en un mascarón con vida y muerte a la vez, que ría y que se burle de sí mismo y de otros, que  muestre la maldad de los hombres  y el sarcasmo a la vida y la fortuna que pasa a otras manos, cuando llega la muerte; además que la imagen  tenga una fuerte carga de mensajes en códigos ocultos.

Pero ¿cómo encarar una obra que había nacido en su pensamiento y plasmarlo materialmente?

Moulon debió haber asistido en Francia a alguna escuela de arte, se habría nutrido de los estilos de Jean Baptiste Carpeaux o  Auguste Rodine y haber  bebido del estilo del Bosco en lo satírico del rostro.

Tal vez visitó en su juventud el puente  Neuf ( Pont Neuf” en Paris, decoradas  con las 381figuras  extrañas de expresión  de la mitología antigua, especialmente Sátiros que se caracterizan por ser despreocupados, crueles y  lascivos en sus expresiones.

Toda esa  acumulación del arte en su mente y espíritu, le impulsó a transmitir a una realidad concreta y abstracta a la vez; un sentir subjetivo y  dar un mensaje subliminal, oculto.

El primer paso ya estaba dado, un dibujo,   luego con sus dotes de artista hizo un molde,

Moulon utilizó la técnica del vaciado artístico o el Moldeado de máscaras y otras partes del cuerpo. Esta técnica Se remonta a  Egipto, Grecia hasta llegar al Renacimiento y proyectarse al siglo XIX, cuando la mayoría de los grandes e importantes edificios,  tenían  mascarones como decoración, algunos,  Grotescos, como ornamento  en las partes estratégicas del campo visual, generalmente en la entrada principal o debajo de los balcones, tal como se observa en la Casa de la Moneda.

 

En el mascaròn de Potos`, se nota las trenzas tìpicas de los Collas que asistìan a la Mita (Fotos antiguas La Paz. Foto de R. Villalba y el Investigador Gabriel Mariaca)

“ El moldeado o vaciado artístico,  es una técnica escultórica que tiene como objetivo  la reproducción tridimensional de volúmenes; es decir, el proceso por el cual podemos obtener  o volver a producir( Re-producción) un determinado volumen cuantas veces se requiera”.

“ Siempre habrá un positivo y un negativo llamado Moldeado”.

“Al realizar la acción de Moldear, se obtiene un elemento importante que se denomina Molde,  de cuya materialización se mantiene la información en negativo del “ Positivo” o modelo original.

Luego, se procede al vaciado  para reproducir una escultura en un material diferente del original, generalmente más duradero.

Puede ser posible reproducir varias copias del original, como ya dijimos; finalmente, la Escayola o yeso calcinado que mezclado con agua, se emplea como material de escultura, para hacer Moldes”.

Tal vez la idea de Moulon,  era crear un mascarón de Plata fundida, que sin duda hubiera sido,  el trabajo más importante de su vida.

Tres Mascarones diferentes  o Tres modificados

La segunda mitad del siglo XIX, al no existir las condiciones de hacer un fundido en plata, pusieron  el Mascarón de yeso, en sus inicios sin color, sólo con facciones exageradas. Las cejas eran abultadas, anchas, estaban moldeadas con la intencionalidad de mostrar maldad y desconfianza; es decir arte grotesco, macabro y maravilloso.

Ya en 1905 María Robinsson Wright describe al mascarón como colorido y Grotesco, Tal vez en esos 50 años desde 1856 a 1905, no se hayan hecho modificaciones a las cejas; aunque claramente se nota que no existía el iris, sólo las pupilas hacia el cielo, mostrándonos una expresión  de muerte.

 

Los pómulos abultados, la cara redondeada, la sonrisa macabra, los labios gruesos, que asemejaba a los africanos traídos como esclavos a la Casa de la Moneda.

El segundo Mascarón para 1915 los ojos ya estàn abiertos, pero matiene el labio inferior grueso. No habìa dientes inferiores; es màs nunca tuvo dientes inferiores.

En el informe de 1915, del Prefecto Comandante General y Superintendente de Hacienda y Minas del Departamento de Potosí, señor  José Aguirre Acha,  informaba  lo siguiente:

Autorizada la Prefectura para efectuar la venta de una Caja de hierro al Banco de la Nación Boliviana y algunas puertas y materiales, se obtuvo la suma de Bs 2.200, con la que se ha efectuado la reparación y arreglo de todo el frontis principal que da a la calle Ayacucho y quince metros en las paredes que dan a las calles Quijarro y Bustillo,  habiendo efectuado el conveniente estucado con yeso asentado en la piedra y con calafates de cemento y cal hidráulica, colocando rejas de hierro y balcones a semejanza de los que primitivamente habían sido puestas en ese hermoso e histórico edificio.

Es de indispensable necesidad dotar a esta importante obra de restauración, de una partida del presupuesto que debe regir en la gestión venidera, para terminar las reparaciones  en las paredes laterales, que se encuentran en lamentable estado; el yeso de los revoques se ha desprendido a consecuencia de que la acción de las aguas y el deterioro de los caños se halla pasmado el material de construcción. Iguales reparaciones es preciso efectuar en el embaldosado de las aceras  que en calles tan céntricas de la población, presenta un aspecto poco agradable, así como en los techos donde no se ha efectuado alguna desde hace seis años..

Al interior del edificio se encuentra en peores condiciones de deterioro, haciéndose necesario proceder, cuanto antes, a su restauración y limpia definitivas..

Parece que así se hizo, ya que a partir de 1915,  los ojos del mascarón, aparece con sus ojos abiertos, pero manteniendo las cejas originales desde la foto de 1905.


                                       Un mascarón con ojos abiertos

Este segundo mascarón, despertó la vieja tradición que separando la cara. Mejor dicho, tapando la mitad del rostro, cada lado se vería diferente con dos expresiones,  sin simetría. Actualmente veo todavía hacer esta comparación, con el mascarón actual. Un verdadero fiasco a la inteligencia, ya no se puede ver estas dos expresiones.

Para 1940 y preparando el cuarto centenario de la fundación de Potosí, se procedió a restaurar nuevamente los edificios más representativos, también la Casa de la Moneda. En 1960-70 Hubo otra restauración, o mantenimiento.

Había cambiado de color, quisieron los restauradores, cambiarle completamente sus rasgos originales, limaron las cejas demoniacas, para muchos, ahora tanto el iris como la pupila están muy vivaces, la cara redondeada del original, fue alargada, hasta convertirlo en un rostro blancoide, afinando sus labios, aplanando los pómulos, haciendo desaparecer la trenza indígena; es decir, maquillaron exageradamente al Grotesco de Monsieur Moulon.

                                                        Foto de 1905
 

 

                                                          Mascarón actual 2021, completamente diferente, urge volver a su forma original

Fuentes:

-Un diplomático Francés en Bolivia,  Leonce Angrad.1847-1849

-Bolivia, María Robinson Wright. 1905

-La Filosofía en Bolivia, Guillermo Francovich.

-La Real Casa de la Moneda, Colección Bolivia Mágica. Hugo Boero Rojo- Luis Alfonso Fernández.

-Artistas viajeros franceses en la Bolivia independiente, José E. Pradel B.

-Revista del Instituto de Investigaciones Históricas, Volumen I.  Universidad Tomás Frías 1962.

-El Departamento de Potosí- 1914-1915. Informe del Prefecto Comandante General y -Superintendencia de Hacienda y minas del Departamento, señor José Aguirre Achá.

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