El Estaño oro de Bolivia
![]() |
Cuando el Estaño era oro de Bolivia |
Simón Patiño el hombre que hizo su fortuna con el estaño
Cuando
Pizarro y Almagro llegaron a América, quedaron sorprendidos por las
puntas de lanzas y otras armas de los Incas hechas de resistente bronce
que les causaron muchas bajas en la guerra de la conquista.
Lo
cierto es que el cobre aleado con el estaño daba a los incas, armas
más resistentes y duras capaces de abrirle la cabeza de un golpe a
cualquiera que se atrevía a dasafiarlas.
En
1640 decía el padre Alvaro Alonso Barba “Los indígenas llaman plomo
blanco” a lo que conocemos nosotros como estaño; éste es el veneno de
los metales - sostenía- porque mezclándose con otro metal, perdían su
maleabilidad”, es decir, se volvían más duros.
En
1624, las minas de Potosí estaban en su auge, los españoles
despreciaron al estaño, para ellos era sinónimo de riqueza sólo la
plata; así que el cerro rico de Potosí fue horadado con cinco mil minas
que afianzaron las monarquías de Europa.
Llegada
la independencia, desfalleció la minería de la plata, no había más
remedio que ingresar a las infestadas selvas en busca de la goma
elástica para sobrevivir; algunos, perseveraron en el fondo de las
viejas minas y ¡zas, sorpresa !, descubrieron ricas y cuantiosas vetas
de estaño que el desarrollo de la industria pesada y bélica en Europa y
Norteamérica, exigían por toneladas. Fue la salvación de Bolivia.
Las
viejas minas de plata, habían sido rehabilitadas para dar estaño,
primero los desmontes de varios siglos fueron aprovechados, luego
aparecían más y más en la cordillera de los Andes, formando una gran
cadena estañífera como Carhuay-kollo, challapata, Antequera, Poopó
Quimsa Cruz, Illimani, Huayna Potosí y otros donde se encontraban
pedrones de estaño hasta de una tonelada.
Este
mineral era trasladado a los ingenios hasta convertirse en “ barrilla”
que era una especie de arena de estaño y que variaba entre un 65 a
90% de pureza para luego fundirlas y convertirla en barras de metal.
En
pocos años, los campamentos de mineros se habían convertido en
ciudades, por ejemplo la mina más rica del mundo “ La Salvadora” de
Simón Patiño, en Uncía Potosí, contaba en 1907 con cuatro periódicos
semanales, diez lujosos hoteles, escuelas particulares y fiscales, una
plaza de toros, un biófrafo o cine “París”, clubes de tiro al blanco y
tenis, sus tiendas comerciales de extranjeros asociados en clubes
Arabe, español, turco, alemán, escocés, austriaco, eslavo, francés y
otros.
También contaban con centros
de placer para gringos y cholos con pianos, bandurrias y los
gramófonos alegrando las frígidas noches de las minas, pero todos
ellos con los bolsillos llenos de Libras Esterlinas, es decir se
compraba desde amores hasta acciones en las gélidas minas.
En
las ciudades como La Paz, Oruro, Cochabamba, Potosí, el comercio y el
boom de las construcciones no se detenía, se iluminaron las calles,
el servicio de alcantarillado recién era conocido, se inauguraron
tranvías en La Paz.
Cochabamba,
producía una intensiva agricultura, Los Yungas de la Paz, abastecían de
coca a miles de mineros; es decir el estaño benefició a la economía
de principios de siglo XX, porque las minas así lo exigían;
lastimosamente el grueso de los capitales salidos de las minas se fue a
ultramar y hoy sólo quedan pueblos fantasmas donde ayer había
opulencia y desarrollo. Ya las minas de estaño de Patiño pasaron a la
historia.
FUENTESUNCIA Y LLALLAGUA 1882-1924. ARANCIBIA ANDRADE, Freddy
EL MACIZO BOLIVIANO. Mendoza, Jaime.
DE MI TIERRA. RODRIGO, Saturnino
Comentarios
Publicar un comentario